Experimento D

EXPERIMENTO D:autómatas

En las ciudades el tiempo es el sustituto de la autosuficiencia. En las ciudades el tiempo es indispensable.

JANE JACOBS  
Muerte y vida de las grandes ciudades, (Capitan Swing, 2011) originalmente publicada como The Death and Life of Great American Cities (1961)

Después de aquellas aproximaciones de Alexander1, o las aplicaciones de Batty2, nos tomamos la lección por aprendida e intentaremos llevar hasta sus últimas consecuencias el estado estático en el que nos establecíamos en el “Experimento B”.

Alexander y Manheim llegaban a desgranar una “matriz de relaciones” de sus 26 sub-soluciones al problema, entrando en uno de los mejores ejemplos de aproximación a la jerarquía del diseño. Surgieron tres soluciones distintas generadas por la misma máquina de Markov:

– Utilizando la matriz binaria de relaciones original
– Utilizando factores de fuerza marcados por el mismo valor.
– Utilizando la matriz de relaciones en función de los conflictos espaciales.

En el caso de Michael Batty, el relevo se produjo desde las matemáticas posibles, incluyendo la capacidad de interpretación de los datos exportados. En sus aplicaciones explora de manera ejemplar las interacciones entre agentes distintos del mismo problema, ofreciéndonos una revisión correcta de las fórmulas de Markov3 para la exploración de estos modelos en el tiempo.

Como comprobaremos, retomamos aquella situación latente del último experimento, quedándonos con la segunda de las extrusiones, la cual se explicaba por plantas, en base a unos valores de m2/pax y altura de piso establecida.
Nuestro desglose de fases se compondrá pues de esta manera;

FASE 0: ENTRADA (-> EXP B)
FASE 1: DISTRIBUCIÓN Y BUCLES
FASE 2: TIPO AUTÓMATAS
FASE 3: RECEPCIÓN DE DATOS

Es comprensible que con estas pretensiones el diagrama funcional supere la linealidad de los anteriores dejando en su estructura el bucle de información de la secuencia “t+1”.


FASE 0. ENTRADA

Esta fase inicial, al componerse heredera del caso anterior queda continuada desde sus últimas situaciones con el contexto.
La nueva perspectiva dinámica sin embargo, nos invita a reflexionar los resultados visuales que surgen en cada fase a partir de la serie de reglas de control en el tiempo que tomamos a decidir. Estas, aunque adelantadas en la secuencia de la herramienta, también se considerarán valores de entrada.

– Tomaremos la población inicial mencionada de 7000 habitantes pero, como las barriadas que no disponen de celdas edificables no son cuantificadas, el primer perímetro que componíamos por el tratamiento de la topografía y los puntos exteriores nos condicionará el número de habitantes que participarán del cálculo. Incorporaremos aun así variaciones de un 10% en el proceso por pasos.
– Los límites a 4 alturas filtran aquellas celdas que en el mapa de distribuciones alberguen en su optimización demasiados habitantes. Admitiremos hasta un máximo de 6 plantas de manera puntual.
– Para esto definiremos valores constantes de 50 m2/hab. en el cálculo de vivienda. Esto nos aportará objetividad entre los submodelos.
– El consumo de suelo se establecerá entre un 30-70%. Este será uno de los objetivos de los distintos devenires de los conjuntos, conseguir el reclamo y competencia para dichos niveles de ocupación

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FASE 1. DISTRIBUCIÓN Y BUCLES

d2_Página_3Como explicaba Shane4, en referencia a Lynch5, unos pueden ver la ciudad y su diseño como un manejo de sistemas complejos de parches urbanos y patrones que están conectados por canales de comunicación y transporte, otros pueden entenderla como un lugar de cambio y experimentación. Las células, o celdas, están constantemente emergiendo y sumergiéndose en dependencia directa con las necesidades de los ciudadanos a los que envuelve; las antiguas celdas están siendo realizadas y adaptadas para nuevos usos así como las nuevas celdas aparecen en otros lugares.

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Esta descripción de la ciudad abstraída por su relación con los habitantes tiene mucho que ver con lo que aquí se muestra. En estas distribuciones podemos encontrar el reparto de población de cada uso respecto a sus puntos de control. La edificación y el transporte también participan de estos estudios.

La diferencia respecto al experimento anterior aparece en su secuencia temporal. Debemos plantear que una capacidad dinámica de las celdas compone en cada paso distribuciones distintas y por tanto un mapa común diferente.

matrizbmatrizaLa potencia compleja surge cuando por cada ciclo de tiempo buscamos además la influencia retroalimentada de cada zona de la ciudad a partir de su matriz de relaciones (coeficientes). Cuantificar los grados de conexión entre usos forma parte del pensamiento de cada proyecto. En este caso tomamos unos valores inspirados en nuestras referencias sobre los aspectos intemporales.

El segundo aspecto evolutivo reside en la idiosincrasia de las zonas edificables. Como veíamos en TdJ, podíamos recurrir a ciertos juegos matemáticos con los que simular los grados de relación entre vecinos.

diagJacobs, que es una de estas autoras a las que mencionamos, nos decía a este sentido que la primera base relacional necesaria en las áreas urbanas –supuesta una mínima estabilidad vecinal- es la que se crea en las barriadas, la que surge entre las personas con alguna actividad común o pertenecientes a una misma organización.

Hay que destacar por tanto la puerta lógica booleana Y (AND) que nos mostrará el conjunto en el software a partir de las restricciones de la relacion autómata (vecindades) y el mapa común resultante de las distribuciones respecto a su matriz de coeficientes.

Si algo añade valor a la infraestructura que empleamos (GH) es la capacidad de manipular el campo representado. Esto quiere decir que hemos podido tomar los datos visuales para crear una estadística complementaría basada en la huida de habitantes y del uso del suelo.

Estudiaremos cuatro casos distintos en referencia al compendio de reglas de relación vecinal. Debido a su alto grado de abstracción, pues quedan definidas por sus valores sobre nacimiento, muerte y competencia, conseguirán generar espacios análogos del mundo real, siempre que estemos dispuestos a incluir esa visión en nuestros procesos.


FASE 2: TIPO AUTÓMATAS
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FASE 3. RECEPCIÓN DATOS

La nomenclatura para las reglas de Conway queda expresadas de la manera “…n1n2/n3…”, donde las posibles n4, n5…nm, forma parte de descripciones múltiples. Los valores a la derecha de “/” marcan el nacimiento de las nuevas celdas y los que estan a la izquierda determinan su supervivencia.

CASO 23/3
tablapoblacion(23_3)tablauso(23_3)El primer caso se trata de aquel que el propio John Conway propuso para su experimento. Definido como “complejo”, lo hemos querido usar como valor inicial en referencia al autor. Debido a los resultados sobre población entendemos que esta relación es sistemática del proceso de decadencia latente en esta recepción de datos.

CASO 23/36
tablapoblacion(23_36)tablauso(23_36)Este caso se presenta como la evolución del anterior. Fue uno de los primeros que se estudiaron despues de la presentación de Conway. Definido como “HighLife” o “caótico”, su capacidad de generación de replicantes nos aporta una mejor progresión en el tiempo para los datos de su población, aunque no para el % del uso de suelo.

CASO 34/34
tablapoblacion(34_34)tablauso(34_34)Relación nombrada como de “crecimiento” no solo nos aporta un aumento en la cuantía de habitantes que permanecen en la zona de estudio, sino que le añade la riqueza de un uso de suelo mayor. Se le suele denominar tambien “Life34” y aparece en las primeras investigaciones del juego.

CASO 2453/346
tablapoblacion(2453_346)tablauso(2453_346)Será la situación más exitosa a la que nos aproximaremos. La composición compleja de valores nos refleja un consentimiento del habitante por la zona en la que reside y sus vecinos. Ésta se refleja en unas graficas de población y de % de uso del suelo realmente interesantes. Aun así consideramos que aún hay mucho que explorar sobre las estimaciones para la supervivencia de la ciudad en el tiempo.


CONCLUSIÓN

Uno de los síntomas de que los residentes permanecen por elección propia es la disminución de la población total pero no de las viviendas vacías. Cuando esto ocurre, la propia comunidad gana en buena disposición y vigor, en parte por su mayor experiencia y de reforzamiento de la confianza en sí misma, y finalmente (y esto requiere mucho más tiempo) porque ya no depende del azar, sino de la iniciativa de sus vecinos.

JANE JACOBS  
Muerte y vida de las grandes ciudades, (Capitan Swing, 2011) originalmente publicada como The Death and Life of Great American Cities (1961)

perspectiva2 (23_3)perspectiva1 (23_3)Estos resultados alrededor de los conceptos de huida que Jacobs nos comentaba, se podrían utilizar, igual que ocurría con los desarrollados en NL, para conocer los grados de satisfacción de las zonas residenciales, en este caso respecto al conjunto de usos en el tiempo.

Debemos recordar por tanto la consideración de estas representaciones fuera de un objetivo urbano formal. Cuanto mayor sea nuestra capacidad para abstraernos hacia estas dinámicas, más grande será el marco interpretativo que extraeremos de lo que sucede en las herramientas.

Como comentábamos en el desglose de patrones, un trabajo sobre escalas menores, por barriadas, vecindades o incluso grupos de viviendas, nos permitiría proyectar estos cálculo iterativos sobre unos espacios menores donde los condicionantes particulares nos enriquezcan de nuevas maneras de trabajo.

Perspectivas por barriadas, detalle de relaciones entre usos.


BIBLIOGRAFÍA

1. BATTY, M., The New Science of Cities, The MIT Press (2013)

2. ALEXANDER, C. y MANHEIM, M., The Use of Diagrams in Highway Route Location: An Experiment. Research Report RR-R62-3. Departmen of Civil Engineering. Cambridge, MA: MIT.

3. MARKOV A.A. La distribución de la ley de los grandes números a valores que dependen unos de otros. Actas de la Sociedad Físico-Matemática de la Universidad de Kazan. (Trad. Ruso) (1906)

4. SHANE, G., Recombinant Urbanism: Conceptual Modeling in Architecture, Urban Design and City Theory, John Wiley & Sons.(2005)

5. LYNCH K., A Theory of Good City Form (Cambridge, MA: MIT Press, 1981)

6. JACOBS J., Muerte y vida de las grandes ciudades, (Capitan Swing, 2011) originalmente publicada como The Death and Life of Great American Cities (1961)